La piel, el órgano más grande del cuerpo, a menudo refleja lo que ocurre en nuestro interior. Según la medicina china, son los pulmones y el intestino grueso los que más se ven reflejados externamente. La Dra. Fainstain nos detalla cómo cuidar estos órganos para promover una piel radiante y saludable.
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Energía de pulmón
El pulmón cumple una función crucial en el sistema defensivo del cuerpo, regulando la “energía defensiva” o Wei Qi, que actúa como una barrera protectora frente a agresiones externas, como patógenos y cambios climáticos. Esta energía se refleja en la piel, que funciona como una primera línea de defensa, al mantener los poros cerrados y prevenir la pérdida excesiva de energía y humedad a través del sudor, protegiendo así al organismo de infecciones y otras amenazas.
Cuando el Qi del pulmón se debilita, la piel puede volverse seca y escamosa, lo cual aumenta la vulnerabilidad a problemas como eccemas y acné. En términos modernos, esta función del pulmón se asemeja a la barrera inmunológica de la piel, resaltando la importancia de mantener unos pulmones fuertes para una defensa efectiva.
El pulmón también juega un papel esencial en la regulación de los líquidos corporales, controlando su distribución y eliminación para garantizar una correcta hidratación. Por esto, unos pulmones sanos, junto con una buena rutina cosmética, son la mejor estrategia para mantener la piel y las mucosas hidratadas.
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Energía de intestino grueso
En medicina china, el intestino grueso tiene un impacto clave en la salud de la piel. Según la Dra. Fainstain, este órgano se encarga de eliminar desechos y toxinas a través de las heces, y su correcto funcionamiento es esencial para mantener el equilibrio interno. «Cuando el intestino grueso no realiza bien su función, ya sea por problemas en el tránsito intestinal o por desequilibrios emocionales, las toxinas se acumulan y se manifiestan en la piel como granitos rojos, irritación o erupciones», explica.
Además, el intestino grueso reabsorbe líquidos, lo cual es fundamental para la hidratación general del cuerpo. «Si esta función se ve comprometida, la piel puede verse apagada y escamosa debido a la falta de humedad interna», añade Nicole.
Desde la perspectiva de la medicina china, emociones como la tristeza, la melancolía y el exceso de autoexigencia también afectan el funcionamiento del intestino grueso. Cuando estas emociones persisten, debilitan su capacidad para eliminar toxinas, lo cual no solo impacta en la digestión, sino también en la calidad de la piel. «La piel refleja cualquier desequilibrio en el sistema digestivo, particularmente en el intestino grueso», resume.
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Tips de cuidado de los órganos, para una piel saludable
1. Alimentación armoniosa: incluir alimentos ricos en nutrientes que desintoxican es esencial. Las algas, una excelente fuente de minerales y antioxidantes, combaten los radicales libres y aportan hidratación vital. Alimentos como zanahorias, espinacas y frutos secos, ricos en vitaminas A y E, apoyan la regeneración celular y la protección de la piel. Evitar los alimentos grasos y procesados es importante, ya que pueden generar humedad y calor interno, perjudicando la salud de la piel.
2. Hidratación interna: mantener una hidratación adecuada es clave. Beber agua regularmente y optar por infusiones de hierbas, como el té de menta y malva, que son refrescantes y humectantes, ayudará a mantener la piel saludable.
3. Equilibrio emocional: la tristeza y el estrés prolongado afectan la capacidad del cuerpo de eliminar toxinas, lo cual se refleja en la piel. Practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación o la respiración profunda, favorece el equilibrio emocional y apoya tanto la salud digestiva, como la respiratoria.
4. Movimiento y circulación: hacer ejercicios regularmente, como caminar, nadar o hacer Qi Gong, puede fortalecer los pulmones y el intestino grueso, mejorar la eliminación de toxinas y promover una piel saludable.
5. Hierbas y alimentos funcionales: incorporar jengibre y canela en la dieta ayuda a equilibrar la digestión, mientras que las algas proporcionan minerales y antioxidantes que favorecen la nutrición y desintoxicación, mejorando la vitalidad de la piel.
Estas claves no solo ayudan a optimizar el funcionamiento de los pulmones y del intestino grueso, sino que son aliadas de una piel radiante y saludable. “En la medicina china, la piel es un reflejo de la salud interna; por lo tanto, cuidar de los órganos internos es esencial para mantener un equilibrio que se manifiesta por fuera”, concluye Nicole.